«polvo eres y en polvo te convertirás«, hemos escuchado esto en más de una ocasión, sintiendo las emociones más variadas. Conservo el grato recuerdo de una amiga que sabiendo cercano su viaje a otra expresión de vida, regalaba una sonrisa. De hecho, conversar con ella era sentir una doble inyección de Fe y Entusiasmo. Hoy que no está, el solo pensar en ella trae a mi memoria una cara sonriente. No puedo menos que recordarla y yo también mostrar una sonrisa.
A la distancia de un pensamiento, así se colocan los amigos que se nos adelantan en el viaje a la eternidad, y basta ir a ese lugar de nuestra memoria para recuperar los momentos más agradables que pasamos con quienes “amamos en presencia y luego aprendemos a amar en ausencia.” Es un viaje, así hemos definido la vida y este lugar en el que nos encontramos ahora no es más que una parada hasta que llegue el momento de partir.